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martes, 6 de septiembre de 2011

XXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 11 de Septiembre de 2011

XXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A, 11 de Septiembre de 2011

MONICION DE ENTRADA
            Hermanos y hermanas, el Padre de la misericordia, hoy nos reúne nuevamente en su amor para escuchar su Palabra y comer el verdadero Pan del cielo. Las lecturas de este día son un llamado apremiante del Señor a vivir en la misericordia, a perdonarnos unos a otros, tantas veces como sea necesario, sin buscar la venganza, porque los juicios hay que dejárselos a Dios. Así como el Señor nos ha perdonado a cada uno de nosotros, así debe cada uno perdonar a su prójimo honestamente y con generosidad. Iniciemos esta fiesta del perdón y la misericordia, entonando el canto de entrada para recibir al presbítero que nos preside la Eucaristía.

MONICION PRIMERA LECTURA, Eclesiástico 27,33-28, 9
         La violencia, la agresividad, el ofuscamiento y la venganza no tienen cabida en el corazón de quien ama a Dios. Escuchemos con atención esta Palabra del libro del Eclesiástico.

MONICION SEGUNDA LECTURA,  Romanos 14, 7-9
            San Pablo nos recuerda que toda nuestra vida y nuestra muerte están en manos de nuestro Dios. Cuando nuestro corazón se centra en esta verdad, aprendemos a vivir en Dios, que es misericordia y perdón infinitos. Escuchemos atentamente.

MONICION AL EVANGELIO, Mateo 18, 21-35
            El perdón ha de ser perfecto. Hasta 70 veces 7 nos dice el Señor que debemos perdonar, para significar con ello la perfección y completez del perdón que viene de Dios y ha de manifestarse entre nosotros con generosidad. Pongámonos en pie y entonemos el aleluya para dar entrada al Evangelio.

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Aleluya Jn 13, 34
Les doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-: que se amen unos a otros, como yo les he amado.

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