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martes, 28 de febrero de 2012

¿QUIERES SABER QUIÉNES, CÓMO Y POR QUÉ ATACAN TAN BRUTALMENTE A LA IGLESIA CATÓLICA?

Los ataques a la Iglesia Católica 
1.
Introducción 
2.
Como se ataca a la Iglesia? 
3.
Quienes atacan a la Iglesia catolica? 
4.
Conclusion: Y los catolicos? 



Introducción 
El mundo es testigo presencial de como a nuestra Iglesia se le ataca por todos los frentes. Las palabras de la Iglesia no valen para los enemigos del catolicismo. Enemigos? Al ingenuo, al que vivée en una burbuja intelectual, le costara creer que la Iglesia fundada por Cristo tiene enemigos. Claro, nadie lo dira explicitamente. Nadie reconocera abierta y formalmente que quiere destruir a la Iglesia catolica, pero las palabras sobran y los hechos son demasiado elocuentes. Veamos: 

Como se ataca a la Iglesia? 

La respuesta salta a la vista: con la mentira, con la propaganda falsa. Citemos tres botones de muestra: 

La mayoria de la gente cree que Galileo Galilei (1564-1642) murio quemado en la hoguera por el "terrible" Tribunal del Santo Oficio (conocido como inquisicion). Sin embargo, pocos saben que este cientifico murio comodamente en su cama y asistido espiritualmente por un sacerdote. Galileo nunca renego de su fe. 


Otros creen que el famoso medico español Miguel de Servet (1511-1553), uno de los padres de la Anatomia moderna, fue otra victima de la inquisicion catolica. Pero esto es completamente falso: Servet, un ferviente catolico, fue incinerado por la inquisicion protestante, concretamente por la instaurada por Calvino (1509-1564) en la ciudad de Ginebra. Inquisicion protestante? Existio una inquisicion protestante? La verdad es que casi nadie lo sabe, la mayoria de la gente asocia la palabra "inquisicion" unica y exclusivamente con la Iglesia catolica. 


Se habla de las "matanzas" propiciadas por los conquistadores españoles en America y amparadas por la Iglesia catolica. Y poco o nada se dice respecto de la conquista anglosajona, apoyada por la Iglesia anglicana? La verdad es que, si se examina bien la historia, se puede concluir que la mayoria de los indios de Sudamerica no murieron en combates militares, sino producto de enfermedades venereas, del alcoholismo, etc.; y, en todo caso, en muchisima menor cantidad que los de Norteamerica. Los indios del norte, en efecto, no eran bautizados, no eran objeto de evangelizacion, porque no se les consideraba dignos de ser cristianos; simplemente, se les mataba o esclavizaba. En cambio, a los indios del sur se les bautizaba (en la medida que quisieran), se les preparaba en el catecismo para recibir la Eucaristia, etc. Y, precisamente, tanto se preocupo la monarquia española por el buen trato que debia darsele a estos indios, que se crearon instituciones especiales como el Consejo de Indias, y un prolifico conjunto de normas juridicas que se llamo "Derecho Indiano". Recuerdese a Bartolome de Las Casas (1484-1566) y a Francisco de Vitoria (1486-1546), grandes teologos catolicos que abogaron por el respeto a los derechos de los indigenas. 


Pero cuando se celebraron los 500 años de la llegada de Colon al nuevo mundo (en 1992) todos los dardos apuntaron a la Iglesia romana. El mundo no celebro la llegada del cristianismo a estas tierras, sino "los graves abusos cometidos por los españoles de la mano de sacerdotes y religiosos".

Quienes atacan a la Iglesia catolica? 

Señalemos, entre otros, a los siguientes grupos: 

El Protestantismo 

Puede decirse que en la era moderna, los ataques contra nuestra Iglesia comenzaron con el mundo protestante, con la reforma luterana. Los llamados "evangelicos" echaron a rodar la "leyenda negra" de la "sangrienta" conquista española y de la "inhumana" inquisicion de Torquemada. 
El protestantismo, a diferencia de la Iglesia romana, sostiene que para salvarse, para alcanzar la vida eterna, solo basta la fe; pero una fe exclusivamente entendida como "sentimiento", como adhesion subjetiva a Cristo. 
Esta tendencia religiosa fue la semilla del "relativismo intelectual" al afirmar que cada uno debe "interpretar" la Biblia a su manera, sin pasar por el cedazo del Magisterio Papal, como siempre se creyo. Recordemos que Jesus designo a Pedro como la cabeza de su Iglesia y le dio las llaves del reino de los cielos; citemos este pasaje: 
" Y yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia y las puertas del infierno no prevaleceran contra ella. Te dare las llaves del reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra sera atado en la tierra, y lo que desates en la tierra quedara desatado en los cielos" (Mateo 16, 18-19). 
Esta cita biblica revela claramente que Cristo: 1º fundo una Iglesia, 2º que designo un jefe, a Pedro, 3º que le dio las llaves del reino de los cielos, y 4º que le confirio los poderes de atar y desatar; es decir, de enseñar con verdad su mensaje sobre esta tierra.
Y es logico que el Señor se asegurara de designar a una persona como la encargada de hablar con autoridad sobre lo que el enseño mientras recorrio las tierras de Palestina. Y, a mayor abundamiento, podemos decir que Jesus le encomendo a los apostoles, quienes conformaron el primer colegio episcopal, que enseñaran su doctrina por todo el mundo; en efecto, antes de ascender al cielo les dijo: 

"Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizandolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo, enseñandoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estare con vosotros todos los dias hasta el final del mundo" (Mateo 28, 19-20).

Obviamente, Cristo hace referencia no solo a los apostoles en cuanto tales (como personas individuales), sino ademas a sus sucesores, porque aquellos no podrian vivir "hasta el final del mundo". De ahi la necesidad de que los apostoles se preocuparan de designar sucesores, de nombrar personas que heredaran los poderes transmitidos por el Señor. El sucesor de Pedro es el Papa y los sucesores de los apostoles son los obispos. 

Las citas biblicas anteriores son, entre otras, el fundamento teologico del Magisterio Infalible del Papa. Que quiere decir esto? Significa que cuando el Romano Pontifice enseña sobre un asunto de fe o de moral, apoyandose en el Evangelio de Cristo y hablando como maestro de la Iglesia universal, esta exento de error. Por eso, los catolicos decimos que el Papa es el Vicario de Cristo en la tierra, es decir, su representante directo. En otras palabras, cuando el Papa habla, es el mismo Cristo el que nos habla. Y como se produce esto? Porque el Papa esta asistido por el Espiritu Santo. Recordemos que despues de la ascension del Señor al cielo se produce un hecho maravilloso: el dia de Pentecostes, en que el Espiritu Santo desciende sobre los apostoles y ellos comienzan a hablar en varias lenguas, siendo capaces de bautizar a miles de personas pertenecientes a distintos pueblos (Hechos, 2, 1-13). 

Si no existiera alguien que expresara con verdad lo que enseño Cristo, en la practica no existiria UNA enseñanza de Cristo, sino "muchas". Y "muchas" es lo mismo que ninguna. Y si asi fuere, si cada uno -como sostiene el protestantismo- pudiera interpretar la Palabra de Dios a su antojo, no tendria sentido la venida de Cristo a la Tierra. No resulta razonable que el Señor quiera que su mensaje se interprete de diferentes maneras y, en algunos casos, de formas diametralmente opuestas. Cristo se presento a si mismo como "el Camino, la Verdad y la Vida" (Juan 14, 6), no dijo que enseñaba un "camino" o una "verdad" para que cada uno los interprete como mas le acomode. De ahi la importancia de que los catolicos seamos fieles seguidores de las enseñanzas del Santo Padre, porque ellas son el reflejo, en el mundo que nos toca vivir, de la misma doctrina de Nuestro Señor. 

Y el protestantismo no ha cesado de atacar a la Iglesia. En Estados Unidos, donde es mayoria, los miembros de esta tendencia religiosa han sido los paladines de organizadas y millonarias denuncias, algunas ciertas y muchas de ellas falsas, contra sacerdotes que han cometido abusos sexuales. Se le ha hecho creer a la opinion publica Norteamerica (y mundial) que la pedofilia es una desviacion sexual que solo se presenta entre sacerdotes catolicos y, por consiguiente, nunca entre los ministros de las iglesias evangelicas. Y, lo que es peor, se ha conectado tal perversion con el celibato apostolico, el mismo que fue seguido por Cristo, por San Juan y por el apostol Pablo; celibato que fue reconocido por el Señor (Mateo 19, 12) y recomendado vivamente por Pablo como una manifestacion excelsa de amor y entrega indivisa a Dios (1 Corintios 7, 25-18, 1 Corintios 32-34). 

El Racionalismo 


Los libros de historia indefectiblemente enseñan a los niños en el colegio que el siglo XVIII es el "Siglo de las Luces" y que la "Edad Media" es un periodo de "oscurantismo". Esta es la propaganda racionalista, enemiga de la fe, y que tuvo como sus mentores a Rosseau (1712-1778) y a Voltaire (1694-1778), entre muchos otros.

Los racionalistas creen que la verdad se alcanza solo con la ayuda de la razon. La fe es una especie de "sabiduria de niños o de ignorantes". La sabiduria debe venir exclusivamente desde el campo de la razon, de la inteligencia. Se señala, con mentira, que la Iglesia es enemiga de la ciencia. Se usa para fundamentar tal aserto el ejemplo de Galileo y de la inquisicion (al igual que los protestantes); tambien acuden con frecuencia al caso de Giordano Bruno (1548-1600). 

Señalemos que en la Edad Media la Iglesia catolica fundo la universidad. Ademas, apoyo el desarrollo de la astronomia, de las matematicas y de las artes. En este periodo nacio el Gotico, uno de los mas grandes y maravillosos fenomenos de la historia del arte y de la arquitectura (piensese en las catedrales). En la Edad Media, por otra parte, surgieron genios de la filosofia como Santo Tomas de Aquino (1225-1274), entre otros. 

En el Medioevo la sociedad toda, el mundo civil, giraba en torno a Dios y manifestaba una profunda fe en Jesucristo. La gente comun de la Edad Media, hasta el mas ignorante, tenia mucha mas cultura teologica que el promedio de la poblacion actual. Ahora la gente apenas sabe persignarse y entrar con dignidad a una iglesia (p. ej.: era inconcebible, en esos tiempos, que alguien no hiciera una genuflexion -que doble la rodilla derecha hasta el suelo- ante el Sagrario). 

En la Edad Media, en fin, se produjeron grandes avances en materia agricola, minera y mercantil. Por ejemplo, nacio el Derecho Comercial, los bancos, la vida financiera como la conocemos hoy. Seria largo enumerar y explicar las proezas que encierra esta etapa de la historia de la humanidad. No es casualidad que para la mayoria de los historiadores el Medioevo sea uno de los periodos mas cautivantes y dignos de ser estudiado. Tampoco lo es que el que es considerado, por muchos, como el mas grande escritor del siglo XX, J.R.R. Tolkien (1892-1973), se haya inspirado en dicho periodo para escribir su obra cumbre. "El Señor de los Anillos". 

Lo cierto es que los racionalistas tenian que desprestigiar a la Iglesia a fin de poder imponer sus ideas. Esta escuela de pensamiento sostuvo que el hombre es capaz de conocer plenamente la naturaleza sin necesidad de recurrir a elementos supracionales, como la fe. Proclamo la teoria del "progreso indefinido", segun la cual el mundo, gracias a los "gigantescos" avances de la ciencia y de la tecnica y sin necesidad de normas religiosas (dogmaticas o morales), llegaria en corto tiempo a construir una "sociedad perfecta", de "hombres felices y buenos", tal como lo fueron en su "estado de naturaleza" (original), antes de que surgiera la propiedad privada y la religion. 

Sin embargo, la consabida teoria del "progreso indefinido" no ha sido mas que una broma de tiempos pasados: las injusticias sociales del siglo XIX, las dos guerras mundiales del siglo XX, los totalitarismos, la manipulacion genetica, el aborto, etc., son solo algunos ejemplos de que el transcurso del tiempo, con su consiguiente avance en el plano tecnico, no necesariamente implica un progreso integral para el ser humano. 

Esta teoria del "progreso indefinido" encierra, por lo demas, una utopia, la busqueda de un "paraiso en la tierra". La conquista de una felicidad, prescindiendo de Dios y de la religion, particularmente del credo catolico. 

Pero los racionalistas no negaron formalmente a Dios, se limitaron a señalar que es imposible saber de su existencia. De este modo, inauguraron una doctrina llamada "agnosticismo" (del griego: "a" que significa sin y "gnosis" que quiere decir conocimiento). El agnosticismo, en efecto, es la escuela filosofica que niega la posibilidad de conocer a Dios. Por lo tanto, el hombre debe vivir lejos de Dios, debe vivir como si Dios no existiera. Esto es lo que Juan Pablo II ha llamado "ateismo practico". 

Una institucion que nacio en este contexto de pensamiento fue la Masoneria, de cuya historia no hablaremos en este breve espacio, pero que ha propiciado el denominado "laicismo", es decir, una separacion o aislamiento de la Iglesia catolica de la vida civil. Para la Masoneria, la Iglesia catolica debe ser excluida del mapa social, los obispos o sacerdotes catolicos no pueden inmiscuirse en el ambito de lo publico. Sin embargo, y contradictoriamente, ellos se declaran grandes defensores de la "tolerancia" y del "pluralismo", claro que para defender sus propias posturas, ya que no aceptan que eso mismo lo haga la Iglesia. 

El racionalismo y la Masoneria fueron los impulsores de la Revolucion Francesa, fenomeno que se erigio en defensa de los "derechos del hombre y del ciudadano" y, no obstante ello, es considerado como uno de los mas grandes reinos del terror de que se tenga conocimiento en la historia. En este proceso historico murieron mas personas (monarquicos catolicos, millares de sacerdotes y obispos) que en los cinco siglos de la inquisicion española. Y, sin embargo, en Francia todos los años se celebra este proceso historico como un ejemplo de democracia y de respeto a los derechos humanos. Que ironia! 

El racionalismo sigue, en nuestro tiempos, persiguiendo a la Iglesia catolica. Se le niega a los obispos el derecho a expresar sus puntos de vista en el ambito de lo publico. Se habla de "separacion Iglesia-Estado", pero separacion no es lo mismo que "anulacion". Nuestra Iglesia, como cualquier otra entidad, tiene el legitimo derecho de opinar e influir en las decisiones que se toman en la vida social, sobre todo cuando ellas se refieren a aspectos eticos. Lo penoso es que muchos catolicos tambien le niegan esta libertad a su Iglesia. 

El Ateismo Marxista 


La utopia racionalista del "progreso indefinido", que pretendio sustituir la vision cristiana de la Vida Eterna prometida por Nuestro Señor Jesucristo, dio paso a otra herejia en contra de la Iglesia: el comunismo. 

Esta doctrina, fundada por Karl Marx (1818-1883), vino a prometer un nuevo "paraiso en la tierra", una "sociedad de hombres iguales y buenos", en la medida en que se sustituyera el regimen capitalista (modelo impulsado por el racionalismo liberal) por un nuevo sistema llamado "socialismo", una vision en que el ser humano, el individuo, pase a ser un engranaje de la maquinaria social. La persona deberia estar al servicio de la sociedad, del Estado; y la libertad individual quedar relegada a un ultimo plano. Lo unico que importa, bajo esta ideologia, es la consecucion de una "sociedad igualitaria y justa". 

Y tambien combatio a la religion, particularmente a la catolica, porque se consideraba que la fe religiosa era parte de la "infraestructura" social sobre la que se sustentaba el sistema burgues. El hecho de que la gente creyera en Dios y en un mas alla haria inviable que se esfuerce por construir un "mas aca", "perfecto" y lleno de "felicidad". 

El marxismo no nego, como el racionalismo, la posibilidad de conocer a Dios (agnosticismo), sino que nego derechamente su existencia (ateismo teorico). Combatir la religion fue parte de su "dictadura del proletariado", de su destruccion del "sistema explotador propiciado por el capitalismo". La Iglesia catolica se considera, para esta ideologia, como complice de las injusticias sociales y de las desigualdades entre los hombres. 

Y que paso en la practica? Otra vez se construyo un orden social prescindiendo del Creador. Las consecuencias?: mas pobreza, mas atraso social, mas injusticias, total falta de libertad, y una cantidad enorme (40 millones) de muertos. Los derechos humanos ni siquiera fueron una bandera oficial para los comunistas (a diferencia del racionalismo); los paises de la orbita sovietica fueron los unicos que se negaron a firmar la Declaracion Universal de los Derechos Humanos, proclamada por las Naciones Unidas en 1948. Por que? Porque, para ellos, era una farsa del mundo capitalista. Solo enarbolaron la bandera de los "derechos humanos" en los paises en que pasaron a ser victimas despues de haber sido victimarios. Pero jamas han levantado la voz por las violaciones a los derechos humanos que se han producido en los paises regidos bajo su ideologia. 

Pero el comunismo se cayo solo. Su economia se construyo sobre bases antinaturales (contrarias a la libertad). Y no pudo impedir que enormes masas de personas siguieran creyendo en Dios y amando a Jesucristo. Ejemplo en este campo es el Papa Juan Pablo II, quien en su Polonia natal dio una fuerte batalla contra el sistema imperante y a favor de la libertad religiosa del pueblo catolico.

Los otrora comunistas y socialistas, hoy "renovados", constituyen uno de los grupos que mas atacan a la Iglesia catolica. Son los principales defensores de la destruccion del familia por medio de una escalada de leyes: 1º divorcio, 2º aborto, 3º matrimonio homosexual, 4º eutanasia, etc. La idea, ahora, es destruir los valores cristianos desde adentro, socavando la mentalidad cristiana de la sociedad. Ya no se trata de "prohibir" el cristianismo en forma violenta y autoritaria, como lo hiciera el comunismo, sino de provocar en la gente un rechazo a las ideas del Evangelio. El primer paso es la ley de divorcio. Veamos lo que pasa en España o Italia, paises tradicionalmente catolicos; en esos lugares las iglesias son "piezas de museo", ellas estan llenas de turistas tomando fotos, pero no se ve a casi nadie rezando. Las basilicas de Roma ni siquiera tienen bancas y rara vez en ellas se celebran misas. 

Un catolico consecuente debe ser docil a las enseñanzas de la Iglesia, obviamente que las debe estudiar y razonar. Pero las debe aceptar, porque tienen (todas ellas, sin excepcion) un fundamento biblico y filosofico. Cuantos catolicos leen las enciclicas y documentos del Santo Padre? Cuantos y con que profundidad estudian el Catecismo? Se enteran de las palabras del Papa "gracias" a periodistas que, la mayoria de las veces, tergiversan y sacan fuera de contexto sus dichos. Pero si leen, y a veces con gran entusiasmo, libros esotericos, "orientalistas", de "filosofias" abiertamente anticristianas. Y esto nos lleva a decir algunas palabras sobre una ultima amenaza para la construccion del Reino de Cristo, amenaza que podemos resumir bajo la denominacion de "Nueva Era". 

La "Nueva Era" 


Como si el ateismo marxista no hubiera bastado, ahora nos acechan otras doctrinas que pretenden destruir al cristianismo y especialmente a nuestra Iglesia, doctrinas que en conjunto se pueden llamar "Nueva Era" o "New Age" (en ingles).

La "Nueva Era" seria otro "paraiso en la tierra", el paso de la "Era de Piscis" a la "Era de Acuario". La "Era de Piscis" estaria agotada, representa los 2000 años de cristianismo. Y este largo periodo debe ser sustituido por una "vision cosmica", que integre "sabidurias" diversas (p. ej.: budismo, teosofia, antroposofia, etc.). 

Cabe señalar que el pez fue el simbolo de los primeros cristianos, las catacumbas romanas estan llenas de estas señales. Esto por varias razones: 1º Cristo fundo su iglesia sobre la base de un pescador: Pedro, 2º Lo nombro "pescador de hombres" (Mateo, 18-20), 3º La palabra "pez" en griego se escribe "ixtus", sinonimo de Cristo (Jesus es el Pez que nos alimenta), 4º Cristo multiplicaba los peces ( y los panes) para dar de comer a los hambrientos (p. ej.: Mateo 14, 13-21), que somos nosotros desde un punto de vista espiritual.

El "acuario" no es otra cosa que el encierro de este Pez, la anulacion de Cristo. Como se hace esto? Se promueve la idea de que Cristo no es Dios hecho hombre, como dice la Biblia; no es la Segunda Persona de la Santisima Trinidad -el Hijo- que se encarna para traernos la Vida Eterna, sino que es un "iniciado", un "guru", un simple "maestro" espiritual al nivel de Buda o Confucio. Nada mas. 

Lo que se quiere difundir es que la salvacion del hombre no pasa por Cristo, como el dijo. Recordemos que el señalo que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Juan 14, 6). Ademas, el Evangelio expresa explicitamente que Cristo es nuestro redentor; desde el principio del Nuevo Testamento esto se señala con meridiana claridad: por ejemplo, San Jose, su padre en la tierra, se entera en sueños que el hijo esperado por Maria "salvara a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1, 21). Lo que se enseña en el "New Age", en definitiva, es que el hombre se salva solo, sin necesidad de acudir a Cristo o a un Dios trascendente. 

Y otra vez estamos en presencia de una doctrina que prescinde de Cristo y de Dios . Pero ojo: los partidarios de esta doctrina hablan de Cristo, incluso con "admiracion" (esto es una estrategia para engañar a los cristianos), y tambien hablan de Dios. Pero el Cristo del que hablan no es el verdadero, no es el revelado por su Padre en el Evangelio, no es el Hijo de Dios, no es nuestro Redentor. Y el Dios que mencionan no es el Creador del universo, no es un Dios personal (racional) que nos ama; para esta doctrina el universo nunca fue creado por un Ser Superior, jamas tuvo un comienzo de la nada y si lo tuvo fue producto del azar evolutivo. Dios se identifica con el mundo, con la materia, Dios se reduce a una "energia cosmica". 

La "Nueva Era" acepta un conjunto de doctrinas claramente contrarias a las enseñanzas de Nuestro Señor (p. ej.: la reencarnacion). No tenemos tiempo, ahora, para abordar a fondo este tema. Solamente digamos que la reencarnacion se opone, desde varios puntos de vista, a la doctrina cristiana; enumeremos solo cinco aspectos:

Identifica a Dios con el mundo, lo que se llama panteismo (del griego "pan" que significa todo y "teo" que quiere decir Dios), es decir, no considera que el mundo fue creado por Dios "ex nihilo" (de la nada). 


Tiene una concepcion del hombre pagana: el cuerpo es una "carcel" del alma y no estima, como el cristianismo, que entre cuerpo y alma existe una unidad sustancial o indisoluble. 


Ademas, desarrolla una interpretacion "curiosa" y bastante superficial, por decir lo menos, de los conceptos de "cuerpo" y "alma": Veamos: 

Cuerpo no es sinonimo de "sustancia sensible", de lo material. Se entiende este como "fuente de energia", como "principio vital"; asi por ejemplo, la Antroposofia, fundada por Rudolf Steiner (1861-1925), habla de "cuerpo astral" para identificar el origen de la vida animal. 


Lo anterior es un error craso, puesto que -por definicion- lo que da vida a los seres vivos, incluidos los animales, no es el cuerpo, sino el alma; esta palabra viene del latin "anima" que significa "lo que da vida o mueve a los entes vivientes". 

Y el alma es para la Antroposofia el "Karma", la teoria de que nuestra acciones, buenas o malas, determinan nuestra existencia futura, nuestra siguiente y nueva vida, en otro cuerpo "yoistico". Es esto filosofia? Por favor! Esto no es mas que charlataneria barata. Aristoteles (384-324 a. C) se debe estar revolcando en su tumba. 

No cree en el mas alla, en una vida despues de la vida, en el cielo. Nuestro "karma" nos llevara por sucesivas "vidas" hasta que alcancemos un estado de perfeccion o "nirvana", en el que NO viviremos junto a Dios, sino en un estado de perenne placer extrasensorial SIN Dios. A este respecto no esta demas recordar lo que dice San Pablo: 



"Esta establecido que los hombres mueren una sola vez, y despues viene el juicio" (Hebreos 9, 27).

Niega la doctrina de la resurreccion de la carne, proclamada por Cristo y enseñada magistralmente por San Pablo (vease, por ejemplo: 1 Corintios 15, 12-58). Ademas, Cristo resucito corporalmente, le mostro sus llagas al incredulo de Tomas (Juan 20, 26-29). 


No existe la oracion desde un "yo" a un "Tu", es decir, no se trata de hablar con Dios, con un Ser Superior y que nos trasciende. Se promueve una "meditacion" egocentrica, una meditacion que profundiza en el "yo" interno; se trata de un monologo en vez de un dialogo. Y no se habla con Dios, porque -en el fondo- Dios no existe, ya que este se identifica con la naturaleza fisica (panteismo). 


Sobre este tema de la "Nueva Era" podemos hablar mucho rato mas. Pero el tiempo apremia. Espero que, con este breve barniz, podamos reflexionar sobre los peligros a que nos vemos enfrentados, tanto como Iglesia como en cuanto personas individuales. Recordemos que Nuestro Señor nos advirtio de la venida de "falsos profetas"; vale la pena citar sus palabras: 

"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a nosotros disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" (Mateo 7, 15)

.Conclusion: y los catolicos? 

Y, a modo de conclusion, digamos que lo peor y mas penoso de todo es que los mismos catolicos atacan a su propia Iglesia, estos son los principales complices de todas las doctrinas anteriormente analizadas. El catolico consecuente, el que adhiere firmemente al Magisterio Eclesial, es criticado y tachado de "fanatico" por otros miembros de la Iglesia. 

Muchos catolicos tambien quieren: 
1.
Un Evangelio interpretado a su manera, como promovio el protestantismo. 

2.
Una vida guiada solo por la razon y alejada de Dios, como proclamo el racionalismo. 

3.
Una sociedad que desprecie a la religion, como la instaurada por el comunismo. 

4.
Un Dios impersonal, que no interpele, que no hable al oido, que no juzgue mis actos; como enseña la "Nueva Era". 


No esta demas recordar, frente a este auditorio, que no es cosa nimia leer libros anticatolicos, sin autorizacion especial de un director espiritual que sea, a la vez, teologo. En efecto, estos libros solo pueden ser leidos con fines de estudio critico y con la suficiente formacion filosofica y teologica. Leer estos libros es, segun el Catecismo, un pecado mortal, que atenta contra el primero de los mandamientos, el "Amar a Dios sobre todas las cosas". Se trata de un pecado de "irreligion", que consiste en "tentar a Dios con palabras o con obras" (Nº 2118). Esto implica una duda respecto al amor, providencia y poder de Nuestro Señor Jesucristo. Aunque suene duro, es lo mismo que hizo el demonio cuando quiso tentar a Jesus mientras ayunaba en el desierto (Mateo 4, 1-11). 

Que actitud debemos tener los catolicos frente a todos ataques a Nuestra Madre la Iglesia? Esta puede ser de tres tipos: 
1.
Indiferencia: Aplicar el consabido "no estoy ni ahi" y vivir "mi metro cuadrado". Es la misma actitud de quienes no reconocieron a Jesus como el Mesias. 

2.
Fatalismo: Consiste en sentirse incapaz de cambiar la realidad. Es decir, por ejemplo, "la ley de divorcio va a salir igual, para que oponerse tanto". El fatalista es un ser desesperanzado, que se resigna ante la realidad y no lucha por mejorarla. 

3.
Realismo: Es el justo medio: no dejarse llevar ni por un optimismo ingenuo ni tampoco por un pesimismo fatalista. Este ser humano confia en las capacidades del hombre y lucha por superar las crisis que afectan a la verdad. 


Esta ultima debe ser nuestra actitud: como Moises no debemos bajar los brazos frente a la oleada de ataques de que es victima nuestra Iglesia. Debemos defenderla, pero siempre partiendo por nuestra coherencia personal y no cediendo ni un centimetro ante la tentacion facil que nos ofrece el "supermercado espiritual" de nuestros dias. Nuestro norte debe ser Jesucristo, el del Evangelio y no el enseñado por supuestos gurus o seudo filosofos. Este es el heroismo a que nos llama Dios, este puede ser el primer paso para una vida de santidad en este mundo. 

Gonzalo Verbal Stockmeyer. 

Estudiante de Derecho, Universidad San Sebastian, Concepcion, Chile 

verbal@surnet.cl

jueves, 16 de febrero de 2012

MENSAJE DEL PAPA BENEDICTO XVI PARA LA CUARESMA 2.012

MENSAJE DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
PARA LA CUARESMA 201
2

«Fijémonos los unos en los otros
para estímulo de la caridad y las buenas obras»
 (Hb 10, 24)

Queridos hermanos y hermanas
La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.
Este año deseo proponer algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (10,24). Esta frase forma parte de una perícopa en la que el escritor sagrado exhorta a confiar en Jesucristo como sumo sacerdote, que nos obtuvo el perdón y el acceso a Dios. El fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes teologales: se trata de acercarse al Señor «con corazón sincero y llenos de fe» (v. 22), de mantenernos firmes «en laesperanza que profesamos» (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los hermanos «la caridad y las buenas obras» (v. 24). Asimismo, se afirma que para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25). Me detengo en el versículo 24, que, en pocas palabras, ofrece una enseñanza preciosa y siempre actual sobre tres aspectos de la vida cristiana: la atención al otro, la reciprocidad y la santidad personal.
1. “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano.
El primer elemento es la invitación a «fijarse»: el verbo griego usado es katanoein, que significa observar bien, estar atentos, mirar conscientemente, darse cuenta de una realidad. Lo encontramos en el Evangelio, cuando Jesús invita a los discípulos a «fijarse» en los pájaros del cielo, que no se afanan y son objeto de la solícita y atenta providencia divina (cf. Lc 12,24), y a «reparar» en la viga que hay en nuestro propio ojo antes de mirar la brizna en el ojo del hermano (cf. Lc 6,41). Lo encontramos también en otro pasaje de la misma Carta a los Hebreos, como invitación a «fijarse en Jesús» (cf. 3,1), el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. Por tanto, el verbo que abre nuestra exhortación invita a fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. Sin embargo, con frecuencia prevalece la actitud contraria: la indiferencia o el desinterés, que nacen del egoísmo, encubierto bajo la apariencia del respeto por la «esfera privada». También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos «guardianes» de nuestros hermanos (cf. Gn 4,9), que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado reciproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. El gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdaderoalter ego, a quien el Señor ama infinitamente. Si cultivamos esta mirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia, así como la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente de nuestro corazón. El Siervo de Dios Pablo VI afirmaba que el mundo actual sufre especialmente de una falta de fraternidad: «El mundo está enfermo. Su mal está menos en la dilapidación de los recursos y en el acaparamiento por parte de algunos que en la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos» (Carta. enc. Populorum progressio [26 de marzo de 1967], n. 66).
La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual. La cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es «bueno y hace el bien» (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades. La Sagrada Escritura nos pone en guardia ante el peligro de tener el corazón endurecido por una especie de «anestesia espiritual» que nos deja ciegos ante los sufrimientos de los demás. El evangelista Lucas refiere dos parábolas de Jesús, en las cuales se indican dos ejemplos de esta situación que puede crearse en el corazón del hombre. En la parábola del buen Samaritano, el sacerdote y el levita «dieron un rodeo», con indiferencia, delante del hombre al cual los salteadores habían despojado y dado una paliza (cf. Lc 10,30-32), y en la del rico epulón, ese hombre saturado de bienes no se percata de la condición del pobre Lázaro, que muere de hambre delante de su puerta (cf. Lc 16,19). En ambos casos se trata de lo contrario de «fijarse», de mirar con amor y compasión. ¿Qué es lo que impide esta mirada humana y amorosa hacia el hermano? Con frecuencia son la riqueza material y la saciedad, pero también el anteponer los propios intereses y las propias preocupaciones a todo lo demás. Nunca debemos ser incapaces de «tener misericordia» para con quien sufre; nuestras cosas y nuestros problemas nunca deben absorber nuestro corazón hasta el punto de hacernos sordos al grito del pobre. En cambio, precisamente la humildad de corazón y la experiencia personal del sufrimiento pueden ser la fuente de un despertar interior a la compasión y a la empatía: «El justo reconoce los derechos del pobre, el malvado es incapaz de conocerlos» (Pr 29,7). Se comprende así la bienaventuranza de «los que lloran» (Mt5,4), es decir, de quienes son capaces de salir de sí mismos para conmoverse por el dolor de los demás. El encuentro con el otro y el hecho de abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y de bienaventuranza.
El «fijarse» en el hermano comprende además la solicitud por su bien espiritual. Y aquí deseo recordar un aspecto de la vida cristiana que a mi parecer ha caído en el olvido: la corrección fraterna con vistas a la salvación eterna. Hoy somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto a la responsabilidad espiritual para con los hermanos. No era así en la Iglesia de los primeros tiempos y en las comunidades verdaderamente maduras en la fe, en las que las personas no sólo se interesaban por la salud corporal del hermano, sino también por la de su alma, por su destino último. En la Sagrada Escritura leemos: «Reprende al sabio y te amará. Da consejos al sabio y se hará más sabio todavía; enseña al justo y crecerá su doctrina» (Pr 9,8ss). Cristo mismo nos manda reprender al hermano que está cometiendo un pecado (cf. Mt 18,15). El verbo usado para definir la corrección fraterna —elenchein—es el mismo que indica la misión profética, propia de los cristianos, que denuncian una generación que se entrega al mal (cf. Ef 5,11). La tradición de la Iglesia enumera entre las obras de misericordia espiritual la de «corregir al que se equivoca». Es importante recuperar esta dimensión de la caridad cristiana. Frente al mal no hay que callar. Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por simple comodidad, se adecúan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la verdad y no siguen el camino del bien. Sin embargo, lo que anima la reprensión cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del hermano. El apóstol Pablo afirma: «Si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado» (Ga 6,1). En nuestro mundo impregnado de individualismo, es necesario que se redescubra la importancia de la corrección fraterna, para caminar juntos hacia la santidad. Incluso «el justo cae siete veces» (Pr 24,16), dice la Escritura, y todos somos débiles y caemos (cf. 1 Jn 1,8). Por lo tanto, es un gran servicio ayudar y dejarse ayudar a leer con verdad dentro de uno mismo, para mejorar nuestra vida y caminar cada vez más rectamente por los caminos del Señor. Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone (cf. Lc 22,61), como ha hecho y hace Dios con cada uno de nosotros.
2. “Los unos en los otros”: el don de la reciprocidad.
Este ser «guardianes» de los demás contrasta con una mentalidad que, al reducir la vida sólo a la dimensión terrena, no la considera en perspectiva escatológica y acepta cualquier decisión moral en nombre de la libertad individual. Una sociedad como la actual puede llegar a ser sorda, tanto ante los sufrimientos físicos, como ante las exigencias espirituales y morales de la vida. En la comunidad cristiana no debe ser así. El apóstol Pablo invita a buscar lo que «fomente la paz y la mutua edificación» (Rm 14,19), tratando de «agradar a su prójimo para el bien, buscando su edificación» (ib. 15,2), sin buscar el propio beneficio «sino el de la mayoría, para que se salven» (1 Co 10,33). Esta corrección y exhortación mutua, con espíritu de humildad y de caridad, debe formar parte de la vida de la comunidad cristiana.
Los discípulos del Señor, unidos a Cristo mediante la Eucaristía, viven en una comunión que los vincula los unos a los otros como miembros de un solo cuerpo. Esto significa que el otro me pertenece, su vida, su salvación, tienen que ver con mi vida y mi salvación. Aquí tocamos un elemento muy profundo de la comunión: nuestra existencia está relacionada con la de los demás, tanto en el bien como en el mal; tanto el pecado como las obras de caridad tienen también una dimensión social. En la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, se verifica esta reciprocidad: la comunidad no cesa de hacer penitencia y de invocar perdón por los pecados de sus hijos, pero al mismo tiempo se alegra, y continuamente se llena de júbilo por los testimonios de virtud y de caridad, que se multiplican. «Que todos los miembros se preocupen los unos de los otros» (1 Co 12,25), afirma san Pablo, porque formamos un solo cuerpo. La caridad para con los hermanos, una de cuyas expresiones es la limosna —una típica práctica cuaresmal junto con la oración y el ayuno—, radica en esta pertenencia común. Todo cristiano puede expresar en la preocupación concreta por los más pobres su participación del único cuerpo que es la Iglesia. La atención a los demás en la reciprocidad es también reconocer el bien que el Señor realiza en ellos y agradecer con ellos los prodigios de gracia que el Dios bueno y todopoderoso sigue realizando en sus hijos. Cuando un cristiano se percata de la acción del Espíritu Santo en el otro, no puede por menos que alegrarse y glorificar al Padre que está en los cielos (cf. Mt 5,16).
3. “Para estímulo de la caridad y las buenas obras”: caminar juntos en la santidad.
Esta expresión de la Carta a los Hebreos (10, 24) nos lleva a considerar la llamada universal a la santidad, el camino constante en la vida espiritual, a aspirar a los carismas superiores y a una caridad cada vez más alta y fecunda (cf. 1 Co 12,31-13,13). La atención recíproca tiene como finalidad animarse mutuamente a un amor efectivo cada vez mayor, «como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día» (Pr 4,18), en espera de vivir el día sin ocaso en Dios. El tiempo que se nos ha dado en nuestra vida es precioso para descubrir y realizar buenas obras en el amor de Dios. Así la Iglesia misma crece y se desarrolla para llegar a la madurez de la plenitud de Cristo (cf. Ef 4,13). En esta perspectiva dinámica de crecimiento se sitúa nuestra exhortación a animarnos recíprocamente para alcanzar la plenitud del amor y de las buenas obras.
Lamentablemente, siempre está presente la tentación de la tibieza, de sofocar el Espíritu, de negarse a «comerciar con los talentos» que se nos ha dado para nuestro bien y el de los demás (cf. Mt25,25ss). Todos hemos recibido riquezas espirituales o materiales útiles para el cumplimiento del plan divino, para el bien de la Iglesia y la salvación personal (cf. Lc 12,21b; 1 Tm 6,18). Los maestros de espiritualidad recuerdan que, en la vida de fe, quien no avanza, retrocede. Queridos hermanos y hermanas, aceptemos la invitación, siempre actual, de aspirar a un «alto grado de la vida cristiana» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte [6 de enero de 2001], n. 31). Al reconocer y proclamar beatos y santos a algunos cristianos ejemplares, la sabiduría de la Iglesia tiene también por objeto suscitar el deseo de imitar sus virtudes. San Pablo exhorta: «Que cada cual estime a los otros más que a sí mismo» (Rm 12,10).
Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras (cf. Hb 6,10). Esta llamada es especialmente intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua. Con mis mejores deseos de una santa y fecunda Cuaresma, os encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María y de corazón imparto a todos la Bendición Apostólica.
Vaticano, 3 de noviembre de 2011

BENEDICTUS PP. XVI

MONICIONES MIÉRCOLES DE CENIZA 2.012

MIÉRCOLES DE CENIZA
22 de febrero de 2012


MONICION DE ENTRADA
         Con el miércoles de ceniza comienza la Cuaresma, y es, precisamente a través de este signo, la ceniza, como la liturgia nos presenta lo que nosotros somos: CENIZA y PEQUEÑEZ.  La llamada a la conversión es el mensaje fundamental de este tiempo. Los criterios de la conversión son claros: hay que dar frutos dignos de de ella, hacer penitencia, rasgando el corazón y no las vestiduras. Los ritos penitenciales de este tiempo tienen sentido si traducen el sentir del espíritu, el dolor que nos produce el pecado y nuestro deseo sincero de volver a Dios. Puestos en pie damos inicio a esta celebración entonando el canto de entrada.
           

MONICION PRIMERA LECTURA,  Jl. 2, 12-18

         El profeta llama a los habitantes del país a hacer penitencia y a arrepentirse. Solo así será posible esperar que Dios restablezca el orden del mundo. Es un símbolo del  movimiento de retorno al Dios creador y salvador, manifestado plenamente en Jesucristo. Escuchemos

 

MONICION SEGUNDA LECTURA,  2 Corintios 11, 18-22

            Participando en nuestra naturaleza humana, Cristo ha destruido el pecado. A nosotros nos corresponde dejarnos atrapar en la corriente así creada y reconocer que el Dios del amor invita a todos los creyentes a vivir en él. Escuchemos.

 

MONICION AL EVANGELIO,  San Mateo  6, 1-6

                La revelación del Dios de la vida pide una respuesta sencilla y libre a través de la fe y por medio de la limosna, la oración y el ayuno. Pero es necesario evitar la hipocresía,  para alcanzar una espiritualidad de lo secreto, sabiendo que Dios ve desde lo alto y en lo profundo del corazón. Pongámonos de pie y cantemos  la antífona, para dar entrada al Evangelio.
             

Antífona antes del Evangelio (no se canta aleluya):
No endurezcáis hoy vuestro corazón; escuchad la voz del Señor